De los aizkolaris a las 'giza probak', un recorrido por el deporte rural de Euskadi

Campesinos que no trabajan para nadie más que para sí mismos, que no tienen sindicato que les represente ni un líder que les prometa una reducción de jornada. Nadie les dice lo qué tienen qué hacer y cómo. Ni cuándo. Se pasan medio día empuñando un hacha, levantando piedras o segando una pradera. Y cuando desfallecen, levantan la vista a su alrededor y ven el paraíso, que es suyo. Y vuelven al tajo.

Darío de Regoyos: siguiendo las huellas del impresionista nómada

Una infancia en Asturias, de estudiante en Madrid, varios años en Bruselas, unos meses en Barcelona, una temporada en Granada y hasta seis direcciones diferentes en San Sebastián, además de diferentes viviendas en otros puntos del País Vasco: en total, quince mudanzas. Y eso sin contar con los numerosos viajes que hizo por España, Europa y África conociendo Francia, Italia, Inglaterra y Marruecos. Y todavía no existía Ryanair.

¿Qué pasó con la Ruta del Bacalao?

Desde principios de la década de los 80 hasta mediados de los 90, Valencia fue el epicentro de un fenómeno cultural conocido como la Ruta del Bacalao. De la efervescencia, vanguardia y espontaneidad de sus inicios, la Ruta evolucionó hacia la ortodoxia y masificación, atrayendo la atención de los medios de comunicación que, en su mayoría, terminaron por degradar —y ridiculizar— un fenómeno que, según buena parte de sus protagonistas, debía haber sido más reivindicado por su faceta cultural y soc...

Una visita al Museo de la Stasi en Berlín

Aquellos que visteis La vida de los otros, que recibió el Oscar a mejor película de habla no inglesa en 2006, pudisteis vislumbrar el nivel de desquiciamiento y paranoia que alcanzó la Stasi, el órgano de inteligencia (y espionaje) de la República Democrática Alemana. Pero la realidad, en este caso, sí superó la ficción como se puede comprobar en el Museo de la Stasi de Berlín, una de las mejores visitas en la capital alemana para los aficionados a la Guerra Fría.

Tras las huellas de Marc Chagall

Es una de las figuras de la pintura del siglo XX que más fascina a los niños y eso es porque, de alguna forma, Marc Chagall nunca perdió la inocencia, la imaginación y el libre pensamiento infantil. Y así se enfrentó durante toda su vida a un mundo saturado de violencia y crueldad, pero también, como siempre, de belleza y utopía: sin perder la esperanza de que, con un pincel y unos pigmentos, con una palabra y un abrazo, todavía podemos iluminar nuestro lado oscuro.

La Crítica: Marcos Cortés Vega - Artelista Magazine

Si la Ofelia de Millais descansa eternamente sobre el agua, la Ofelia de Marcos Cortés Vega tan solo se toma un descanso. El artista toma un primer plano de la modelo con la boca abierta pero con los ojos cerrados al contrario de lo que sucede con el personaje shakesperiano. Se trata de un guiño irónico al que tal vez sea el cuadro más célebre del Prerrafaelismo: la Ofelia en la piscina de Marcos Cortés se hace la muerta disfrutando de ese instante de plenitud sobre el agua.

La Crítica: Joan Lalucat - Artelista Magazine

«I make images that intellect will never make». Joan Lalucat no se anda por las ramas, con esta frase de Francis Bacon inicia un libro en el que recopila su proyecto final del Grado Superior de Ilustración. La influencia del pintor británico es capital en la obra del joven artista catalán. La descomposición de los cuerpos, la sangre, el gusto por el retrato en espacios vacíos y abstractos, la provocación y la investigación del alma humana (o de la psicología, como le gusta decir al artista)
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